Las Catedrales más Bonitas de México por Región.

Como alguien que no practica la fe católica, siempre he encontrado fascinante cómo las catedrales se convierten en puntos de referencia tanto espirituales como culturales en diversas partes del mundo. En México, estas majestuosas estructuras no son solo lugares de culto, sino también pilares fundamentales de la vida social y comunitaria. Son como las tías chismosas en una fiesta familiar: siempre están ahí, observando silenciosamente todo lo que sucede a su alrededor mientras se la dan de santas.

Así que quise listar aquellas que, en mi opinión – y evitando las que siempre se mencionan como CDMX, Zacatecas, Guadalajara… – son las catedrales que vale la pena visitar si no te interesa asistir a misa pero sí apreciar los pequeños detalles que hacen de México el “tesoro de pequeños detalles” que es.

Noroeste de México: Catedral de Nuestra Señora de La Paz.
La Paz, Baja California Sur.

La Catedral de La Paz, construida en el siglo XIX, tiene más historia de la que podrías imaginar a simple vista. Aunque su apariencia modesta puede hacerla pasar desapercibida entre las demás construcciones de la ciudad, esta catedral tiene algunos secretos interesantes bajo su fachada blanca.

Por ejemplo, ¿sabías que la catedral fue originalmente construida con materiales traídos desde Europa? Sí, así es. Las piedras y otros materiales utilizados en su construcción fueron importados para asegurar que la catedral tuviera una apariencia elegante y duradera, a pesar de su tamaño modesto. Es el equivalente moderno a que la ciudad de La Paz hubiera hecho su pedido de catedral en Amazon y la hubiera recibido directamente desde el Viejo Continente.

Dato Curioso (otro): se rumorea que bajo los cimientos de la catedral hay una cápsula del tiempo que contiene objetos y mensajes de la época en que se construyó la iglesia. ¿Qué tesoros podrían estar esperando ser descubiertos allí abajo? Tal vez algunas monedas de la época, una carta de amor perdida o incluso un manual de instrucciones sobre cómo construir una catedral. Quién sabe…

Y aunque pueda parecer un detalle menor, la torre del campanario de la catedral es un excelente punto de observación para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y el mar circundante.

Noreste de México: Catedral de la Inmaculada Concepción.
Tampico, Tamaulipas.

La Catedral de Tampico, una joya arquitectónica que se alza en el corazón de esta ciudad casi costera. Construida a finales del siglo XIX en un estilo neogótico, esta catedral es mucho más que una simple casa de culto.

Sus torres gemelas se elevan majestuosamente sobre la ciudad, como dos gigantes silenciosos que observan el devenir de la vida urbana. También suele ser el epicentro de la comunidad, donde las personas se reúnen para celebrar eventos culturales y sociales. Desde festivales de música hasta exposiciones de arte, este lugar se transforma en un escenario vibrante donde la creatividad y la tradición tampiqueña se entrelazan en perfecta armonía.

Dato curioso: se dice que en el sótano de la catedral hay un laberinto de pasadizos secretos que conducen a lugares aún no explorados en su totalidad.

Altiplano Mexicano: La Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción.
Victoria de Durango, Durango.

La Catedral de Victoria de Durango, un verdadero gigante entre las catedrales de México, se alza con majestuosidad en el centro de la ciudad. Construida en el siglo XVIII en un deslumbrante estilo barroco, esta catedral es mucho más que una simple estructura religiosa; es un símbolo de la identidad y la historia de Durango (casi tanto como los alacranes).

Sus intrincados detalles y su imponente presencia son difíciles de pasar por alto. Desde sus elaboradas esculturas hasta sus altos campanarios, cada rincón de la catedral está imbuido de significado y belleza, recordando a todos quienes la visitan la rica herencia cultural de la región.

Dato curioso: se dice que en el interior de la catedral hay una capilla secreta donde se guardan reliquias antiguas y tesoros ocultos.

Bajío Mexicano: Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción
Aguascalientes, Aguascalientes.

La Catedral de Aguascalientes es como “la mamá de las Catedrales del Bajío” (porque, en mi opinión, todas se ven igual). Construida con esmero en el siglo XVIII, esta catedral destaca por su imponente presencia y su rico legado histórico.

Desde sus altas torres hasta sus intrincados detalles arquitectónicos, cada rincón de la Catedral Hidrocálida es una prueba de la destreza y el ingenio de quienes la construyeron.

De entre todas las Iglesias del país, esta tiene, en mi opinión, la leyenda más interesante: se dice que una de las campanas de la catedral está maldita y que cada vez que suena, ocurren sucesos extraños en la ciudad. Algunos lugareños afirman haber escuchado historias sobre cómo, en noches de luna llena, la campana comienza a sonar sola, sin que nadie la toque, y en ese preciso instante, las calles se llenan de una niebla espesa y misteriosa, mientras que las luces parpadean de manera inquietante. Otros aseguran haber presenciado sombras moverse entre los pasillos de la catedral cuando la campana suena, como si fueran entidades misteriosas atraídas por su llamado…

Dato curioso: Inicialmente, la catedral tenía solo una torre, y la segunda fue añadida por el primer arquitecto titulado de Aguascalientes: Francisco Aguayo Mora entre los años 1943 y 1946.

Centro de México: Catedral de San José
Toluca de Lerdo, Estado de México

La Catedral de Toluca, a menudo pasada por alto como un amigo tímido en una fiesta llena de gente, es en realidad un tesoro oculto que merece ser descubierto. Construida en el siglo XIX en estilo neoclásico, esta belleza arquitectónica es como un diamante en bruto esperando ser pulido.

Su elegante fachada y sus interiores impresionantes son una sorpresa inesperada (además, al lado están las famosas tortas de chorizo toluqueño). Desde sus altas torres hasta sus detalles meticulosamente tallados, parece el hermano perdido y bajo presupuesto de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

Dato curioso: La construcción de la catedral duró casi 111 años, en diferentes etapas.

Occidente Mexicano: Catedral de la Transfiguración del Señor.
Morelia, Michoacán.

La Catedral de Morelia, con su mezcla armoniosa de estilos que parecen sacados de un menú de restaurante con demasiadas opciones. Es como una ensalada de arquitectura: barroco, neoclásico y churrigueresco, todo mezclado en un solo plato. Construida en el siglo XVIII, esta catedral es una verdadera obra maestra de la época colonial mexicana.

Su presencia imponente y su decoración exquisita son como esas fotos en Instagram que no puedes dejar de mirar, preguntándote cómo algo puede ser tan bonito en la vida real. Desde sus altas torres hasta sus detalles intrincados, cada rincón de la Catedral de Morelia es una clase de arte en sí misma.

Dato curioso: Es la única catedral de México que no está orientada hacia el este, sino hacia el norte.

Sureste de México: Catedral de la Purísima Concepción
San Francisco de Campeche, Campeche.

La Catedral de San Francisco de Campeche, con su mezcla única de estilos arquitectónicos. Construida en el siglo XVI, esta catedral es como un cofre del tesoro lleno de maravillas renacentistas españolas y detalles barrocos y hasta mayas.

Su presencia imponente y su decoración detallada combinan perfectamente con uno de los Centros Históricos más hermosos e infravalorados del país.

Dato curioso: Existen catacumbas bajo la catedral, sin embargo, el ambiente marino provocó que las catacumbas colapsaran, por lo que en la actualidad el acceso a ellas está completamente sellado. Algunas lápidas que lograron rescatarse intactas después del derrumbe, se colocaron en las paredes del Museo de Arte Sacro (que se encuentra dentro de la misma Catedral).

Así que, ¿quién dijo que solo los fieles pueden disfrutar de estas maravillas arquitectónicas? Aunque no asistas a misa, explorar estas catedrales es sumergirse en la historia, la cultura y la belleza de México. Desde los secretos ocultos bajo sus cimientos hasta las leyendas que las rodean, cada una tiene su propio encanto y misterio esperando ser descubierto. Así que, la próxima vez que estés en una ciudad mexicana, asegúrate de visitar su catedral. Nunca se sabe qué sorpresas podrías encontrar.

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